Una feroz competencia entre los diversos fabricantes nos ha acostumbrado a una evolución permanente de las capacidades de los componentes. Cada vez más potentes, con un menor consumo y a un menor precio. Esto ha permitido implantar tecnologías que nos permiten, entre otras cosas, conectar dispositivos de forma inalámbrica, dotar de capacidad de cálculo e inteligencia artificial a las máquinas, gestionar eficazmente los motores eléctricos de los vehículos, usar de forma eficiente iluminación LED de bajo consumo, y muchísimas más cosas. Pero de repente, la base de este mercado y la disponibilidad de estos componentes de manera global a precios bajos ha desaparecido.
El origen de esta escasez parece que se localiza en un elemento común que todas las empresas que fabrican componentes electrónicos necesitan: las obleas de silicio. Se trata de un material básico a partir del cual cada fabricante crea sus componentes.
Hay muy pocos fabricantes de obleas de silicio y las fábricas son complejas. No es sencillo duplicar producción en poco tiempo, así que el mercado ha hecho lo que mejor sabe hacer: especular con las cosas que escasean. Los mismos fabricantes de componentes electrónicos se convierten en Brokers. Es entonces cuando oyes frases del tipo “tienes que comprarlo ya que mañana será más caro”. ¿Os suena de algo? ¿Alguna burbuja que hayamos vivido antes?
Cuanto más compleja es la máquina, más componentes electrónicos tiene y más posibilidades hay de que alguno no esté disponible, o su precio se haya incrementado hasta valores prohibitivos.
¿Cuándo se va a normalizar esto? Lo cierto es que nadie lo sabe. Para 2022 lo que tenemos son plazos de entrega largos y desde luego una subida general de precios. Puede que los plazos se vayan acortando poco a poco, pero las subidas de precios suelen venir para quedarse. Y eso puede tener consecuencias importantes en los costes de cualquier cosa que compremos y tenga dentro electrónica. Lo que viene a ser casi todo, menos lo que comemos y con lo que nos vestimos.
Vigilant – Control de presencia y horario
En VIGILANT – Control Presencia y Horario fabricamos nuestros propios equipos de forma ininterrumpida desde 1994, principalmente con proveedores nacionales, y muchos de ellos en la provincia de Alicante.
Y sí, claro que nos afecta la subida de precios y los plazos de entrega de los componentes que vienen de Asia, pero podemos adaptar nuestros procesos productivos utilizando los “chips” que tengan una mayor disponibilidad, con el objetivo de mantener precios, calidad y plazos de entrega.
Ahora resulta que puede ser una ventaja fabricar localmente.
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