El registro de la jornada laboral entró en vigor en mayo de 2019. El Consejo de Ministros aprobó un Decreto Ley en el que obligaba a los empleados a fichar tanto a la entrada como a la salida. Por lo que las empresas deben llevar el registro de todos sus empleados, independientemente de la jornada que hagan.
La nueva normalidad. La ansiada nueva normalidad cada vez está más cerca. Las semanas pasan y, con ellas, las fases de la desescalada. Estamos en pleno proceso de recuperación de la actividad del país.
El COVID-19 nos ha colocado en una tesitura y en una situación que hasta ahora nunca habíamos vivido. Nuevas exigencias, nuevas normas, nuevos protocolos, nuevas restricciones, nuevas formas de control horario… que nos obliga a todos a adaptarnos SÍ o SÍ. Sin excusas. Las crisis son difíciles de gestionar y de hacerles frente, pero la clave para que sea solo una crisis, y no el fin, está en superarse y adaptarse, porque o te adaptas o mueres.
La crisis sanitaria que estamos viviendo ha hecho que cambiemos nuestra forma de ver la vida, de consumir e incluso nuestros hábitos diarios. El mundo laboral también ha sufrido muchos cambios: empresas que han tenido que parar su producción, que se han reconvertido, que han apostado por el teletrabajo… Pero todo ello no eximen a los empresarios y trabajadores a seguir cumpliendo con el control horario.
Ya son numerosas las empresas, grandes, medianas o pequeñas, administraciones públicas, patronales, sindicatos y organismos oficiales que recomiendan promover el teletrabajo (registro horario teletrabajo) para evitar situaciones de riesgo o contagios inminentes frente al coronavirus Covid-19, e incluso como medida para fomentar la conciliación de la vida personal y profesional.
Las empresas deben llevar un registro diario de la jornada (control horario) de cada trabajador, además de entregar un resumen mensual del total de horas realizadas y guardarlos durante cuatro años. Esto es lo que dice la normativa.
Durante los primeros meses de control horario, se han constatado un aumento de detección de infracciones sobre el registro de jornada. Seguro que muchos empresarios y/o directivos se pregunta qué precisa un inspector de trabajo a la hora de determinar si la empresa cumple o no con la normativa en materia de jornada.
En el mundo empresarial, uno de los temas que más se ha hablado este año es sobre la nueva normativa sobre control horario, en la que se reconocía el derecho laboral básico de “conocer la duración y distribución de la jornada ordinaria de trabajo, así como su horario laboral”. Como consecuencia directa a esta nueva ley fue la implantación por parte de todas las empresas de establecer formas de control horario que permita registrar a cada trabajador su entrada y salida.
Cuando hablamos de empresas que tienen un gran número de empleados que controlar, y que trabajan en distintas localizaciones a lo largo de su jornada laboral, lo importante es registrar la presencia, sus tiempos y rutas de trabajo, con el objetivo de poder cumplir con la normativa legal.
Uno de los principales problemas en las empresas de catering es el control y la supervisión de las horas trabajadas de su personal. Contabilizar las horas trabajadas por cada uno de ellos es una tarea compleja pues gestionan mucho personal desplazado, realizando su actividad no siempre en un mismo lugar y constantemente cambiando de centro por lo que no pueden instalar sistemas de control de presencia tradicionales.
